Ellos son tus Ojos, los cuervos

No solo Alegrías como gotas gigantes,
vaya donde estés
lo que también encuentro
son tus cuervos negros,
sobre todo en los medios días,
aunque también en cualquier momento.

Llegan,
Y no se que haces
o que hago
que parecen gallos
sobre el tejado
a la hora del sol;

Son como colmillos
de vampiro inyectando pus.



II

Después del color y el olor
del dolor
me giro,
salto y rerespiro
un poco del venenito
que sube y calienta
con sus retortijones
nuestras almas .


III

Los cuervos hablan
con sus ojos
del color de las montañas.